¿Que sucede en tu mente cuando un cliente actúa de una manera que no esperas? ¿Que te pasa cuando tu jefe tiene una reacción que no te gusta? ¿O cuando es una persona que está ofreciendo su talento en tu empresa y tampoco entiendes su actitud?
¿Es enfado? ¿Bloqueo? ¿Reacción negativa? Puede que nos creamos alguien muy importante y superior a los demás, porque cuando estamos actuando así, no estamos comprendiendo que le sucede al otro, no vemos más allá, desconocemos el porqué de su actitud y simplemente nos limitamos a defendernos de algo que creemos que no debería ser así y a enfadarnos nosotros también.
¿A caso conocemos lo que está viviendo el otro en su interior? ¿A caso vemos la realidad con sus mismos ojos? ¿A caso sabemos que experiencias ha vivido? Todo el mundo siente emociones positivas y negativas, y creo firmemente en la intención positiva, es decir, si no nos sentimos bien no es porque no queramos, sinó que simplemente no tenemos los recursos para hacerlo mejor. Nunca me he encontrado a nadie que me diga que le gusta estar todo el día de mal humor, enfadado, o que no quiera sentirse bien o ser feliz.
Y, ¿quienes somos para juzgar a los otros? Bastante tenemos con lo nuestro. Una de las habilidades que más me gusta de las personas inteligentes emocionalmente, es el desarrollo de esa voluntad de hacer crecer a los otros, siempre procuran que el otro se sienta bien, y creo que es un signo de fortaleza emocional.
Estoy de acuerdo con Mathieu Richard cuando dice que la compasión y la gratitud son dos factores fundamentales en la felicidad de los seres humanos (puedes ver más en su charla TED: https://www.ted.com/talks/matthieu_ricard_on_the_habits_of_happiness?language=ca) . Me gusta ver la compasión como la solidaridad, el sentimiento que tienes al percibir el sufrimiento del otro, el desarrollo de la comprensión e ir un paso más allá de la empatía.
Y esta es mi invitación, cuando alguien tenga una actitud de desprecio, por ejemplo, una actitud negativa hacia ti, una actitud de ira, una actitud que te hace más pequeño, o una actitud borde u otras emociones más, piensa que esta persona que tienes al frente no se está sintiendo bien y es una manera de reflejarlo, pues no dispone de los recursos emocionales para hacerlo mejor. Te aportará equilibrio. No actúes de la misma forma, no te rebajes en amor, sigue admirándolo y comprendiéndole. Si actuamos ojo por ojo, al final todos nos quedaremos todos ciegos.
¿Un ejercicio que nos puede servir? Lo aprendí en un retiro con Joel & Michelle Levey y creo que es de los más impactantes que he hecho. Primero practica con un compañero de trabajo, siéntate con él o ella y repetid, sentados de frente, estas frases ¡y disfrutad! A ver que pasa. Luego utilízalo durante todo el año sin moderación, en todas tus relaciones, no hace falta que lo expreses en voz alta pero si que lo sientas.
El reconocer que a todos nos pasa de vez en cuando estas reacciones emocionales negativas y saber que todos buscamos lo mismo, huir del dolor en búsqueda de la felicidad, nos aporta calma, además estaremos decidiendo proactivamente nuestra emociones, signo de una evolución personal.
Natalia, este post va dedicado a ti 😉 ¡Gracias por la huella que has dejado en mi corazón!
Un bezaso y que tengas un año 2016 lleno de éxitos personales y profesionales.