Cuando me preguntan a menudo por la fórmula de felicidad, tan anhelada por tod@s, mi respuesta es que no existen ni fórmulas ni recetas mágicas. No vaya a ser… ¡que seas feliz! es una recopilación de varias practicas que he ido adquiriendo a lo largo de mis formaciones. Esta vez te comparto cuatro elementos, que entrenándolos puedes obtener este bienestar, esta paz interior, este equilibrio que yo llamo felicidad.
Matthieu Richard -considerado el hombre más feliz del mundo (aunque a el mismo, no le gusta esta etiqueta)-, entre sus diferentes ponencias, libros, etc. comparte que a él hay dos elementos esenciales para la felicidad del hombre, que son la compasión y la gratitud, sin duda alguna, si las practicas te aportan felicidad.
En este artículo te hablaré de ellas, pues la experiencia me demuestra que si, que la práctica de ellas nos acerca a esta sensación de paz y de equilibrio, que nombramos muchas veces felicidad. Además, te quiero añadir dos factores más que para mi son esenciales también, el perdón y la apertura.
Hablemos de cada uno de estos elementos más detenidamente:
GRATITUD. Este sentimiento que tenemos de agradecimiento hacia las personas, hacia la vida, hacia uno mismo, es un sentimiento de reconocimiento hacia alguien o a algo. ¿Que sería dar cada día las gracias a todo lo que ya tenemos? Te invito que por las mañanas agradezcas antes de empezar el día todo lo que ya tienes y que al paso de las horas sigas con este sentimiento positivo. Tienes una práctica de gratitud en el artículo de blog: Afortunadamente 😉
COMPASIÓN. Para mi la compasión es ir un paso más allá de la empatía. Es ofrecer a las personas de tu entorno conocido o no, afecto, respeto y amor, sean cuales sean sus acciones, darle siempre lo mejor de ti. Compasión es no reaccionar desde tu yo, es utilizar la comprensión, la apertura, estar por encima de tus pensamientos y emociones y entregar todo aquello positivo al otro, sea cual sea sus acciones. Tienes también una práctica en mi artículo de blog: Mirar con profundidad 😉 .
PERDÓN. Esta es la práctica que le añadiría a Matthieu Richard, pues el perdón está al otro lado del orgullo y del resentimiento, dejar de lado estas emociones que nos hacen pequeños como seres humanos para dejar paso al amor y a la confianza. El perdón nos ofrece paz, y hay que aclarar que no quiere decir estar de acuerdo con la situación. Pero si tener una sensación de calma ante una situación, ante una persona. Perdonar para mi es curar las heridas del pasado. Y si puedes ir un paso más allá, reconcilíate -aunque no siempre está de nuestra mano hacer que la otra parte esté abierta a ello-.
APERTURA. Digo apertura a la aceptación de lo que es. Al no juicio de como deberían ser las cosas. A la sabiduría de estar sin juzgar. Al compromiso de ver las cosas como son sin añadirle los pensamientos negativos muchas veces acompañan a las situaciones.
Si, lo se, todo ello es sentido común, ¡puede ser que por ello sea tan difícil de aplicar!
Estaré encantada de leerte y saber que elementos o que acciones utilizas tu y que te aportan equilibrio interior. ¡Mil gracias!
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