Simplemente, sé tu.
Porque cuando eres tu, te conectas con la esencia, la fortaleza y la belleza, y te permites admirar la tuya y la de los demás.
Porque cuando eres tu, recuperas la espontaneidad de cuando somos niños, vives el presente y creas momentos únicos.
Porque cuando eres tu, te alías con tu confianza y tu amor, brillas, sonríes e iluminas todo en cuanto está a tu alrededor.
Porque cuando eres tu, te escuchas y te respetas, te permites regalarte lo mejor, y aquí abandonas tus miedos para fortalecer tu actitud para perseguir tus sueños.
Porque cuando eres tu, entregas siempre lo mejor de ti y desatas toda tu creatividad y tu talento.
Porque cuando eres tu, te crees quien eres y los límites que te has puesto hasta el momento se hacen pequeños.
Porque cuando eres tu, te atreves a hacer lo que realmente te hace vibrar y el disfrute se refleja en tus ojos. ¡Vives!
Porque cuando eres tu, te conectas a la vida con pasión, y así encantas y enamoras.
Porque cuando eres tu, te mimas, te amas y te aceptas, y ello se refleja en el ser que puedes llegar a ser.
Porque cuando eres tu, te liberas de la presión de ser lo que otros opinan y esperan, viviendo tu vida.
Porque cuando eres tu, te regalas tu mejor de las actitudes creando tu vida, al final nadie morirá por ti.
Porque cuando eres tu, te permites brillar y ser auténtico, inspiras y dejas huella a los que te rodean.
Porque cuando eres tu, eres flexible, te alineas y te equilibras, se reducen los obstáculos y todo fluye.
Porque cuando eres tu, se diluyen las preocupaciones, los miedos y los prejuicios. Llevas demasiado tiemo con ellos ¿no?
Porque cuando eres tu, te atreves a salir de la zona de comodidad y te permites que sucedan las cosas mágicas.
Porque cuando eres tu, te alineas con tu destino y te atreves a amarlo y a crearlo.
Porque cuando eres tu, le sumas a la vida, le sumas a la gente y te sumas a ti.
¿Y si te dejas de historias?
Simplemente, sé tu.