<¿Sabes que Juan se atribuye méritos que no son suyos?>, <¿Sabes lo que la secretaria de Alejandra critica tu trabajo?>, <Rubén me ha dicho que>… y así podría seguir con infinidad de ejemplos. Rumorología, una práctica muy habitual que se da en la vida personal y también en las organizaciones que lo único que hace es empequeñecerte a ti mismo (si, al lanzar el rumor eres el primero afectado), empequeñecer a la persona de la que se habla y todo el entorno. Es una epidemia a exterminar si queremos la felicidad en nuestra organización.
Y… ¿porque está tan extendido? A veces es el ego de uno mismo necesita crecerse a costa de los demás, nos es más fácil culpar a otros con sus actitudes antes que promover un cambio positivo en uno mismo, tenemos esta tendencia tóxica de vivir en lo negativo, nos gusta señalar el error del otro y nos es más fácil ver los defectos de los otros que los de uno mismo, entre otros motivos.
¡Tenemos mejores cosas que hacer! Pienso que el objetivo en la vida está en ser mejor persona, mejor compañer@, mejor pareja, mejor madre o padre, mejor amig@, mejor profesional, centrar en ello nuestra atención y no quedarnos en la mediocridad.
Además ¿tienes clara una cosa? Los rumores dicen más de quien los propaga que del criticado, pues muchísimas veces a parte del hecho (que por supuesto siempre se amplifica y distorsiona para que sea una historia interesante) solemos añadir nuestro juicio, y ¿que pasa con el juicio? que lo hacemos según los patrones mentales propios, la manera de pensar de uno mismo y según las acciones propias que uno realizaría, así que cuidado, antes de hablar piensa si de lo que estás hablando es de ti o de otra persona, porque en definitiva, proyectamos y reflejamos nuestras historias, ¡ojo! ante el rumor, el retrato final será el tuyo.
Y honrando una vez más a la ley de la reciprocidad, te diré que recibimos lo que damos, que es lo que te estás asegurando dar a tu entorno, amor, confianza, buen rollo o por el contrario lo que quieres es transmitir tus pequeñeces, desagrados, miedos, odios y fracasos ¡Piénsalo! Tu decides. Como decía Gandhi, se tu el cambio que quieres ver en el mundo. Brilla y crécete, verás el efecto que produces en tu entorno y lo que recibes. Piensa que es lo que querrías para ti y tus personas más queridas, y extiéndelo.
«La manera como nos comunicamos con los demás y con nosotros mismos, en última instancia, determina la calidad de nuestra vida» Anthony Robbins
Queremos personas sanas, empresas sanas y una sociedad sana, así que busca promover prácticas de grandeza que te llevarán a una excelente comunicación. ¿Y como? Descubre con tus propios ojos las cualidades de las personas, no te pierdas la oportunidad de conocerlas y sorprenderte, resalta lo positivo en ellas y asegúrate de hablar sobre la verdad. No tienes necesidad de hacer crecer tu ego menospreciando a los demás, pregúntate sinceramente si quieres estar bien con tu equipo y el bienestar común o prefieres separación y rotura, con la pérdida (de todos) que esto conlleva.
Y si siguen habiendo personas que promueven estas prácticas en tu organización, no sigas la corriente, te honrará como persona, puede que todo lo que estés diciendo sea una gran mentira, una proyección de otro o lo digan de ti cuando tu no estás. Asegúrate de construir constantemente y di no al rumor ¡hazte este regalo!
En la empresa, nuestro reto es expandir entusiasmo, alegría, felicidad y grandeza. ¿Te atreves?
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