Soy de las que piensan que a la competencia sólo hay que mirarla de reojo. Es decir, vale, saber que es lo que funciona, nuevos productos, nuevas tendencias. Pero lo dicho, de reojo.
La real obsesión debe ser la de crear, innovar, poner toda la energía en tu cliente y sus necesidades, y en curiosear sobre qué podemos hacer para aportarle valor real. De esto va. Seguir aportando más valor y que tu cliente lo perciba, para que te elija.
Hoy más que nunca existen nuevas oportunidades, porque las necesidades del cliente siguen cambiando a un ritmo trepidante y a la vez, emocionante. ¡Y esto pone mucho si lo miras como un nuevo reto!
Y hoy escribo este post porque me sorprendo cuando escucho o leo en redes a profesionales quejarse continuamente de la competencia y del intrusismo en su sector. ¿Y que más te da lo que hagan por ahí? Tanto si lo hacen bien o mal, déjales. Cada uno está en su batalla y el consumidor está en su derecho de elegir, ¿porque elige a la competencia y no te elige a ti? ¿Será que igual no percibe un valor añadido? ¿Qué estás comunicando? Te invito a la reflexión. Y si observas a la competencia que sea para cambiar lo que debas, para inspirarte, para aprender de lo bueno y de lo malo, no porque tengas miedo a que te roben los clientes. Si es así, algo estamos haciendo mal.
Si lo que te molesta es que haya profesionales que cobren menos por hacer el mismo trabajo, este es su problema. Ocúpate de que tu producto sea excepcional y aporte valor. Y sean los clientes quien quieran tu producto o servicio.
Si lo que te preocupa es que sean malos profesionales, ya se caerán por su propio peso. No seas tu el que se compare con malos profesionales, tu juegas otra liga. El cliente sabe a quién contrata y qué se llevará. Y si no, es que de nuevo, algo hacemos mal.
Si lo que te preocupa es que no tengan el título u otros recursos que tú si tienes y te has currado, encárgate de que forme parte de tu marca. Y si al fin, él puede hacer lo mismo, y con la misma calidad excepcional y el mismo valor, realmente ¿quien tiene el problema? Ejem… tu.
La competencia está fuera de tu control, así que deja de poner la mirada donde no te incumbe, ni de hacer resistencia, y menos -y esto si te lo pido por favor- hables mal de ella, esto dice mucho más de ti, no necesitas crecerte a partir de criticar otras prácticas y empequeñecer a otros. ¡No vale caer en la mediocridad!
Invierte toda tu energía en hacer las cosas bien, tener clara tu misión, lo que quieres aportar y a donde quieres llegar, en innovar y adaptarte a las nuevas necesidades, ganarte a tus clientes, en lugar de tener el foco en la competencia. ¡No vale la pena desgastarte así! Aprovecha tu talento y tu energía en ti, en tu proyecto, en tu empresa, en tus clientes. Mantente despierto. Mantente ocupado en ti.
Mientras sigas mirando que hace el otro, estarás perdiendo un tiempo valiosísimo para visualizar todas las oportunidades que se te presentan para tu negocio. ¡Sigue avanzando hacia tu meta, preocúpate por darlo todo por tus clientes! Esto si vale la pena 😉
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