¿Ganas de vacaciones? ¡Claro!, así rompo con la rutina. ¿Ganas de una aventura? ¡Genial!, así me siento vivo. ¿Ganas de algún cambio excitante? ¡Por supuesto!, nuevas ilusiones para disfrutar.
Estos son algunos de los pensamientos habituales y además muchas veces recibimos del exterior lemas de márqueting basados en el escapa de tu rutina. Ayer mismo un anuncio que se basaba en ello, me inspiró para este artículo.
Si te digo rutina, ¿qué es lo primero que acecha en tu mente? No, no sigas leyendo. Párate y piénsalo un momento. ¿qué palabras pasan por tu mente cuando digo rutina?
Puede que sea hábito una de las relaciones que haces, o incluso seguridad y tranquilidad. Pero también puede que lo relaciones con emociones o sensaciones algo negativas, como la monotonía, el aburrimiento, el automatismo, palabras muy alejadas de lo excitante y estimulante.
Una aventura para huir de qué, ¿algo que no te gusta? ¿que te aburre? ¿huir de tu propia vida? Cuando es así, uno no está disfrutando de cada una de las posibilidades que le ofrece la vida y espera una aventura para romper su propia vida.
¡Vasta ya de desperdiciar vidas! Este sería mi pancarta en una manifestación a favor de la vida. Dejemos de quemar cartuchos de forma automática, que no nos van a ser devueltos.
Acéptalo, la vida son rutinas, éstas forman la mayor parte del tiempo. Y las aventuras una parte minoritaria. Y buscamos esta adrenalina uno de cada siete días. ¿Entonces qué sucede los otros seis?
Hoy decido dar la bienvenida a la rutina, ¡Si, la quiero en mi vida! (Poco esperaba yo que alguna vez escribiría esto, pues a mi me va la aventura como la que más). Pero ahora va de cambiar las pensamientos asociados a la palabra rutina y la manera en cómo las reformulo, las defino y las vivo.
¿Y si decidimos abrirnos a rutinas que nos enriquezcan, que nos aporten, que nos hagan felices, poniéndole pasión a las acciones del día a día y no dejando nada para una ocasión especial?
¡Prefiero una rutina estimulante que no tener que escapar de ella!. O romperla… nunca. Porque es la que quiero, tener lo que decido en mi vida.
Permitiéndome improvisar claro que si, pero no para escapar.
El reto es tener rutinas ricas que ofrezcan placer en cada momento, despertarse para ver la salida del sol, saborear el primer café de la mañana, reír en cada interacción, disfrutar de cada actividad personal y profesional. No estaríamos constantemente esperando a romperlas si éstas nos satisfacieran.
Si hacemos que cada uno de los minutos valgan la pena, la rutina puede ser perfecta y consciente, donde lo flipemos cada minuto. Rutinas plenas, para una vida más plena. Que cada una de las experiencias sean increíbles y apasionadas.
¿Qué te hace sentir bien en tu vida? Conviértelo en una rutina. ¿Qué puedes hacer para que ella sea más estimulante? Conviértelo en una rutina. ¿Qué son las cosas con las que más disfrutas? Conviértelo en una rutina. ¿Cómo te gustaría despertar cada mañana? Conviértelo en una rutina. Sin excusas. Ou yeah.
Y no estoy en batalla con el fluir, hacer cosas especiales, montar otros planes. Además de que me encantan. Lo que si estoy a favor de que la rutina sea maravillosa y de crear momentos memorables cada uno de los días de mi vida.
Cuidemos todos y cada uno de los detalles. Añadámosle intensidad, elevemos todas las acciones hasta los ideales del placer. Si las cosas que hacemos en el día a día fueran excitantes querríamos más de ellas. Así que de esto va, ojalá tengas unas rutinas tan cañeras como para que no las quieras romper. Vive.
Todo momento grande y exigente que se produce en los anales del mundo es el triunfo de algún entusiasmo.
Ralph Waldo Emerson
#Talento #Liderazgo #AltoRendimiento #TheNextStep